Domingo de Pentecostés

06-05-2022Weekly Reflection© LPi

Con la Solemnidad de Pentecostés, concluye el tiempo de la Pascua. Tiempo de gozo y alegría en el Señor Resucitado. Hoy, la Iglesia entera se llena de alegría con Pentecostés. Recordemos que, el Espíritu Santo es un don dado a la Iglesia por el Resucitado. “El espíritu del Señor ha llenado toda la tierra; él da unidad a todas las cosas y se hace comprender en todas las lenguas” (Sabiduría 1:7). Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar las maravillas de aquel acontecimiento, lo sorprendente es que todos se entendían. ¡Vaya regalo tan grande para todos nosotros, el don del Espíritu Santo!

“El Espíritu Santo es el don pascual por excelencia. Con la unción del Espíritu, la santidad de Jesucristo se imprime en nuestra humanidad y nos hace capaces de amar a los hermanos con el mismo amor con que Dios nos ama. Y, finalmente, el Espíritu envía. Jesús es el Enviado, lleno del Espíritu Santo del Padre. Ungidos por el mismo Espíritu, también nosotros somos enviados como mensajeros y testigos de paz. ¡Cuánta necesidad tiene el mundo de nosotros como mensajeros de paz, como testigos de paz!” (Papa Francisco). Señor, como tus discípulos, también nosotros deseamos tu paz, ellos estaban intranquilos por tu muerte en la cruz.

Tuvieron que esperar hasta Pentecostés para encontrar la paz en sus corazones. Queremos vivir en tu paz y en tu amor. Viviendo nuestra fe aferrados a tu amor. “Ven, luz santificadora, y entra hasta el fondo del alma de todos los que te adoran. Concede a aquellos que ponen en ti su fe y su confianza tus siete sagrados dones” (Tomado de la secuencia al Espíritu Santo).

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