La Transfiguración

03-05-2023Weekly Reflection© LPi

“Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas y no permitas que nos derrote el enemigo” (Salmo 24,6). La Transfiguración del Señor, iluminación para la esperanza. Luminosidad que da vida e ilumina para ver el camino hacia el futuro, se transfiguró delante de ellos, no puede existir la duda de su identidad. “Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido, escúchenlo” (Mateo 17,5). A partir de la Transfiguración ya no existe la oscuridad. Por muy oscuro que sea el hoy, mañana será lleno de luz, será el día de Dios.

Escuchar al Hijo es asumir como propia su historia, su cruz y su resurrección. ¿Cómo asumo su mensaje? ¿Su Evangelio? El reto, de este II Domingo de Cuaresma, es buscar, ver y elegir dónde escucho a Dios hoy. Su voz clama en el desierto, lugar donde cruza el inmigrante, su voz se escucha en los ancianos y niños desamparados. Y qué decir de las personas que mueren a causa de la violencia en las escuelas, desfiles y supermercados. Ahí, precisamente, está la voz de Dios. No la ignoremos y respondamos de acuerdo a nuestras posibilidades. En esta semana, somos invitados a contemplar el amor de Dios en los que nos rodean. Como los discípulos, bajemos de la contemplación a la acción, pero antes, contemplemos el amor de Dios en el silencio y la fidelidad a lo experimentado. “No hablen a nadie de esta visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos” (Mateo 17:9).

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