32º Domingo del Tiempo Ordinario

11-06-2022Weekly Reflection© LPi

¿Has pensado alguna vez sobre cómo será cielo? ¿cómo será todo allá? Te has imaginado el reencuentro con tus seres queridos. ¡Qué gran felicidad! Todo será mejor que esto, de acuerdo a la promesa de Jesús. Tenemos reser- vada una morada en la vida eterna. La lectura del libro de los Macabeos nos da ejemplo de la forma de pensar de los siete hermanos. Es de admirarse su valentía y esperanza en la vida eterna. Estaban convencidos que la muerte fí- sica los prepararía para la resurrección. “El segundo hermano, estando para morir, dijo: ¡No eres más que un criminal! Nos quitas la vida presente, pero el Rey del Universo nos resucitará a una vida eterna” (2 Macabeos 7,9).

Vivir con desapego de las cosas del mundo es un verdadero arte, y aún más tenerlas y saber- las compartir, sabiendo que nada nos llevare- mos al morir es una verdadera gracia. ¿Conoces a alguien que viva así? Son esas per- sonas que tienen muchos posesiones y dinero y pareciera que no les importara, son despren- didos y bondadosos. “Jesús le da un giro a es- ta perspectiva y afirma que nuestra peregrina- ción va de muerte a la vida: la vida plena, no- sotros estamos de camino, en peregrinación hacia la vida plena, y esa vida plena es la que ilumina nuestro camino” (Papa Francisco). Jesús, en la última frase del Evangelio lo afir- ma así: “Él no es un Dios de muertos, sino de vivos, y todos viven por él” (Lucas 20,38). Ojalá que entendamos este mensaje de la vida eterna.

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