27º Domingo del Tiempo Ordinario

10-02-2022Weekly Reflection© LPi

Oh, si tuviéramos fe como un granito de mostaza, la vida sería completamente diferente. Seguimos, igual que los apóstoles, preguntando a Jesús sobre el aumento de la fe. Era la misma situación entonces que ahora. “La fe comparable al grano de mostaza es una fe que no es orgullosa ni segura de sí misma, ¡no pretende ser un gran creyente haciendo el ridículo en algunas ocasiones! Es una fe en su humildad siente una gran necesidad de Dios y, en la pequeñez, se abandona con plena confianza a Él. Es la fe la que nos da la capacidad de mirar con esperanza los altibajos de la vida, la que nos ayuda a acepta incluso las derrotas y los sufrimientos, sabiendo que el mal no tiene nunca, no tendrá nunca la última palabra” (Papa Francisco).

Crecer en la fe es cosa de dos, Dios y tú. Se crece en la fe con la oración personal, seguida de buenas obras. Seguramente, si reflexionamos en el trayecto de nuestra vida, descubriremos que muchas personas han cooperado en el crecimiento de nuestra fe. Nuestros padres, abuelos, catequistas el párroco y la comunidad de fe. El proyecto de Dios es que la fe nos lleve a servir a los demás. Para darnos cuenta, que “somos servidores no necesarios, hemos hecho lo que era nuestro deber” (Lucas 17,10). Solamente la fe y el trabajo por la paz nos dará la esperanza en este mundo tan lastimado por el odio y la venganza.

BACK TO LIST