25º Domingo del Tiempo Ordinario

09-18-2022Weekly Reflection© LPi

La Carta de San Pablo a Timoteo nos cae como anillo al dedo en nuestros días presentes. ¿Se han dado cuenta ustedes que nuestros gobernantes a nivel mundial necesitan de nuestras oraciones? Las autoridades sin nuestra ayuda no pueden cumplir con sus promesas. No se trata solo de criticar y juzgar sus acciones, hay que cuestionar a la vez. Para lograr una vida tranquila y en paz el deber es de todos. La oración y el compromiso individual cuenta mucho para vivir libres de divisiones.

El Evangelio, por su parte, habla del administrador astuto. Sabemos bien, que a todos nos gusta el dinero porque cubre nuestras necesidades. Pero, la situación está en que amamos más lo material que a Dios. Confiamos más en lo que tenemos que en la Divina Providencia. Ahí está el secreto para dejar ver nuestro amor por el prójimo. Nunca se debe de explotar a la persona por dinero y luego darse golpes de pecho diciendo y creyendo que así se ama a Dios. No nos engañemos, Jesús lo pone muy claro: “Ningún siervo puede servir a dos patrones, porque necesariamente odiará a uno y amará al otro o bien será fiel a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al dinero” (Lucas 16,13). Existen muchas personas corruptas, con gran facilidad estafan a los ancianos, a las viudas y a los niños. El tráfico humano está a la orden del día. ¡Cuidado! No seamos ninguno de ellos, seamos astutos, pero para realizar el bien.

BACK TO LIST