El Cuerpo y la Sangre de Cristo

06-14-2020Weekly Reflection©2020 Liturgical Publications, Inc.

El Cuerpo y la Sangre de Cristo es un signo de unidad y es un alimento salvífico. Muy diferente al pan que bajaba del cielo para alimentar a los hebreos por su paso en el desierto. Quien come el Cu erpo y la Sangre de Cristo vivirá para siempre. "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre". (Juan 6:51). Las lecturas de hoy invitan al creyente a despertar a este hermoso regalo de Jesús en la Eucaristía. Apreciar su presencia viva al recibirlo sabiendo que es el único medio indispensable de participación de lo divino. No cabe la menor duda, lo necesitamos para la jornada de fe.

"Ver que diariamente se humilla, como cuando desde el trono real descendió al seno de la Virgen; diariamente viene a nosotros. Él mismo en humilde apariencia; diariamente desciende del seno del Padre hasta el altar en manos del sacerdote. Y como mostró a los santos apóstoles en carne verdadera, así también ahora se nos muestra a nosotros en el pan consagrado. Y lo mismo que ellos, con la vista corporal, veían solamente carne; pero, con los ojos que contemplan espiritualmente, creían que Él era Dios. Así también nosotros, al ver con los ojos corporales el pan y el vino, veamos y creamos firmemente que es su santísimo cuerpo y sangre vivos y verdaderos". (Francisco y Clara de Asís Admoniciones 1,16-21). La generosidad de Dios no tiene límite en la Eucaristía, por lo tanto, cabe la siguiente pregunta. Si comulgo frecuentem ente, ¿Cómo es mi generosidad para con los demás?

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