Solemnity of the Holy Trinity

06-11-2017Weekly Reflection©2017 Liturgical Publications, Inc.

"God so loved the world that he gave his only Son." We are used to this profound idea, so used to it that we often glaze over the incredible reality: God the Father has a Son who became man and dwelt among us! Too often we blithely make the sign of the cross in the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit, without realizing what a radical theology we are announcing.

Only Christianity proclaims a triune God. Only Christianity professes that we have one God in three divine persons. Only Christianity declares that the very natureof God is to be relational and literally "personal."Why does this matter? Because we are made in God's image, asthe opening chapters of Genesis tell us. We, therefore, are made in the image of this Trinitarian God who is love.We are built to be like this God! Just asGod the Father loves God the Son and God the Holy Spirit, we too are called to love one another. In fact, we are not fulfillingour nature and design when we don't. And just as Godloved the world (that is, us!) so too we are called to lovehim in return.

We don't have to embrace this image in which wewere made, of course. God gave us freedom so that our love can be real, but this means our choices really matter.We can decide not to reflect God's interpersonallove in the world. We can opt not to return the love that God pours out to each of us. But this can only lead todisappointment in the end. After all, God sent his Sonso that "everyone who believes in him might not perish butmight have eternal life." Ultimately, this means spendingeternity in the Trinitarian embrace of love. So why not startnow?

Nosotros nunca olvidamos el primer amor que tuvimos ya sea en la adolescencia o en la juventud. La experiencia era nueva y los sentimientos se desataron y nuestra vida cambió para siempre. ¿Lo recuerdas?Pareciera que el mundo se detenía y el amor quedaría para siempre. Sin embargo, no fue así y la memoria ahora noslo trae como un grato recuerdo que sucedió ennuestra vida. El Evangelio de hoy revela algo maravilloso,el primer amor de Dios. Y Dios desde todos los tiempos ha estado presente en la historia, nunca nos olvida y entramos a la vida eterna para siempre. "Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, par aque todo el que crea en él no perezca, sino que tengala vida eterna" (Jn 3, 16).

El gran amor de Dios se expresa en un regalo. Nos dio a su Hijo, ahora resucitado, que nos envió al Espirita Santo. Por eso, con alegría, oremos diciendo, "Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo". Este es el sentido de la liturgia de este domingo, celebrar con gozo a la Trinidad, comunidad de amor que nos invita a amarnos los unos a los otros sin reserva, a darnos cada día a los demás: buscando siempre el bien común, tratando a los inmigrantes con respeto y dignidad y recordando siempre que el a mor engendra amor y al contrario el odio da más odio. Deseo que sigamos viviendo esta solemnidad de la Santísima Trinidad durante el año, abriendo nuestro corazón a la presencia de las tres divinas Personas en nuestravida.