Aleluya!

04-17-2022Weekly Reflection© LPi

“Dios nuestro, que por medio de tu Hijo venciste a la muerte y nos has abierto las puertas de la vida eterna, concede, a quienes celebramos hoy la Pascua de Resurrección, resucitar también a una nueva vida. Renovados por la gracia del Espíritu Santo.

Por nuestro Señor Jesucristo” (Oración Colecta). El Mensaje de la Pascua resuena y se repite en cada una de las lecturas de la Eucaristía del día hoy. Hoy celebramos con gozo el día más grande del Calendario Litúrgico. Hoy cantamos alegres el Gloria y el Aleluya, porque Cristo, muerto y sepultado el Viernes Santo, ha Resucitado.

Pongamos mucha atención en la secuencia que se proclama en este día y busquemos como María Magdalena al Señor: “¿Qué has visto en la mañana, María, en la mañana?”. “A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortajas. ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!”. Corramos presurosos a buscarlo resucitado en la familia, en la escuela, en el trabajo, en los inmigrantes, en los enfermos, y lo más importante, en nuestro propio corazón. El Ángel también anima a las mujeres al llegar a la tumba: “Ustedes no tienen por qué temer. Yo sé que buscan a Jesús, que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como lo había anunciado” (Mateo 28:5-6). “Esta es la culminación del Evangelio, es la Buena Noticia por excelencia: Jesús, el crucificado ha resucitado. Este acontecimiento es la base de nuestra fe y de nuestra esperanza. Jesús, el Amor encarnado, murió en la cruz por nuestros pecados, pero Dios lo resucitó y lo ha constituido Señor de la vida y de la muerte” (Papa Francisco). ¡Aleluya, Aleluya, Aleluya!

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