Vence tus Tentaciones

03-06-2022Weekly Reflection© LPi

La Cuaresma, que dio comienzo con el Miércoles de Ceniza, es un tiempo de preparación para la Pascua. La Iglesia nos invita a vivir en nosotros el recuerdo de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Es un tiempo para recordar la historia de la salvación. Las lecturas nos llevan a meditar el libro del Éxodo. Tiempo donde se invita a ir al desierto para reflexionar en las propias tentaciones que nos alejan de Dios. Se invita a hacer penitencia, a convertirse, a compartir, y a dialogar con nosotros mismos entrando en lo profundo del corazón y preguntarse: ¿Cómo es mi ayuno? ¿Cuál es mi penitencia que me acerca a Dios y a los demás? ¿Qué debo compartir con los demás?

Hoy escuchamos las tentaciones de Jesús en el desierto. La Liturgia nos pone de frente a la tradición del relato de las tentaciones, Jesús es tentado, pero no vencido. Nos dice el Evangelio que: “Al ver el diablo que había agota-do todas las formas de tentación, se alejó de Jesús, a la espera de otra oportunidad” (Lucas 4,13). La tentación no es pecado, lo malo es caer en ella. En la sociedad existen muchas tentaciones y, durante este período de Cuaresma, se deben purificar y luchar contra ellas con la gracia de Dios. Perseverar en la oración es otra clave para alejarse del mal. Estemos listos y acompañemos al Señor en su camino a Jerusalén a morir en la cruz.

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