3er Domingo del Tiempo Ordinario

01-23-2022Weekly Reflection© LPi

"Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y majestad” (Salmo 95, 1,67). La esperanza de Jesús para su pueblo y para toda la humanidad empieza aquí con este pasaje de la Sagrada Escritura. Un mundo nuevo y diverso, sin divisiones ni estatus sociales que dividen y matan. Por el contario una tierra redimida y armoniosa, sin tinieblas ni miedos. Esta sigue siendo la esperanza de Jesús por medio de su Iglesia, que siempre, domingo a domingo, nos invita a acoger el Evangelio de Cristo. Abrazar su mensaje y dejarlo penetrar en el corazón hasta que dé fruto. Esto significa también todas sus exigencias de amor que conlleva en el cumplimiento de sus mandamientos.

Buscar la paz y la reconciliación en la familia y en la sociedad requiere el esfuerzo de todos. ¡Nada es fácil sin el Espíritu del Señor! Para ser efectivos en la misión que él nos encomienda como bautizados, debemos de tener amor por los demás y saber reconciliarnos unos a otros, tomando la dirección apropiada que demuestre que somos discípulos suyos. Jesús pasó haciendo el bien, curando y haciendo milagros porque sabía que: “El Espíritu del Señor esta sobre mí. Él me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres, para anun-ciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver, para poner en libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor” (Lucas 4,18-19). ¿Qué buenas noticias llevas tú a los que te rodean?

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