Seamos un Reflejo de Dios

12-19-2021Weekly Reflection© LPi

Tomar decisiones siempre es difícil; por muy simples que sean, lleva su tiempo de discernimiento. Hoy, la Liturgia se centra en María, y el Evangelio nos dice que: “Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá” (Lucas 1:39). Hacer la voluntad de Dios, como lo hizo la Madre del Señor, no fue cosa fácil. Al pronunciar su “sí”, trajo consecuencias de fidelidad y servicio. “¿Cuáles eran sus pensamientos durante los meses de espera?” La respuesta proviene del pasaje de la visita de María a su pariente anciana, Isabel. “Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel”. María estaba feliz por su maternidad, y a su vez, Isabel saludó a María diciendo: “¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor?” (Papa Francisco 12-23-2018).

Un diálogo de amor, entre estas dos mujeres, estalla en las montañas de Judea por el Mesías esperado. María acudió con prontitud, no con ansiedad, sino actuando como una verdadera discípula a su corta edad. La visita de María a su parienta Isabel debe ser un ejemplo vivo para prepararnos a vivir una Navidad de dinamismo, fe y servicio hacia el más necesitado. Un encuentro de alegría auténtica, que manifieste la compasión y la ternura de Dios hacia los que nos rodean a través de nosotros. ¿Cuántos miembros de la familia sufren por falta de una visita, de un saludo? A tan solo unos días del nacimiento del Salvador, es el momento oportuno para las obras de caridad. ¡No pierdas la oportunidad! Camina presuroso al encuentro del Señor

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