Alaba, Alma Mía al Señor

09-05-2021Weekly Reflection© LPi

“Debemos esforzarnos en abrir el corazón y la mente, para acoger la realidad divina que viene a nuestro encuentro. Se trata de tener fe: la falta de fe es un obstáculo para la gracia de Dios” (Papa Francisco (8/7/2018). El Profeta Isaías lo proclama así: “Entonces los ojos de los ciegos se despegarán, y los oídos de los sordos se abrirán, los cojos saltarán como cabritos y la lengua de los mudos gritará de alegría” (Isaías 35:5-6). Las tres lecturas de la liturgia de hoy están impregnadas de signos, gestos y palabras que manifiestan la salvación de Dios.

Solo necesitamos fe y creer en el “Effetá”, que quiere decir ábrete. Los débiles, los enfermos y los pobres ocupan un lugar privilegiado en el Reino de Dios. Jesús lo demuestra hoy con el milagro de curar al sordomudo. Todos se admiraban y decían: “Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos” (Marcos 7:37). Ayúdanos, Señor, a que se nos suelte la lengua para hacer el bien, para decir te quiero, lo siento mucho, para defender a los sin voz. Ayúdanos, Señor, y ábrenos los oídos a las quejas de los que sufren, a los gritos de los inmigrantes que buscan justicia, a la voz de los que piden trabajo. Que, a ejemplo de Jesús, que ama a todos por igual, aprendamos a no tener favoritismos en nuestras formas de actuar en la familia y en la sociedad. Que en este tiempo difícil nos mostremos solícitos y cercanos con los que más lo necesiten. ¡Que así sea!

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