Fe del tamaño de una semilla de mostaza

06-13-2021Weekly Reflection© LPi

Todavía con sabor a Fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo del pasado domingo en nuestros corazones. Ahora, debemos de preparar la mente y corazón para iniciar el Tiempo Ordinario. Esto significa que, el Evangelio de Marcos, nuevamente nos lleva por el camino del Reino, a preparar la tierra para que la semilla crezca por si sola y de fruto. “Jesús dijo además: ‘Escuchen esta comparación del Reino de Dios. Un hombre esparce la semilla en la tierra, y ya duerma o esté despierto, sea de noche o de día, la semilla brota y crece, sin que él sepa cómo’” (Marcos 4:26-27).

Aquí, claramente se trata de ver la confianza que Dios ha depositado en el crecimiento de cada uno. Dios comienza, poniendo su semilla, y la persona responde. Todo, despacio, llegará a su tiempo. Sin quemar etapas, los resultados aparecen cuando el Espíritu de Dios está listo en la persona. “La tierra da fruto por si misma: primero la hierba, luego la espiga, y por último la espiga se llena de granos. Y cuando el grano está maduro, se le mete la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha” (Marcos 4:28-29). Muchas veces hay desesperanza por no ver resultados rápidos y convincentes. Tal pareciera que el mal vence en el mundo. Sin embargo, no es así; Dios, da comienzo a su obra de santidad con humildad. Saber esperar con paciencia, pero en actividad, es de sabios y de santos. La semilla crece, y la persona lo sabe al sentirse segura y lista para andar por los caminos de Dios. Reto de este domingo: Dejar que el grano de mostaza crezca en mi vida y de fruto en abundancia.

BACK TO LIST