Rejoice!

12-17-2017Weekly Reflection©2017 Liturgical Publications, Inc.

In the same sentence where he reminds his listeners that he has cured the blind, the lame, the deaf, the sick, and even raised the dead, Jesus concludes by adding, "The poor have the good news proclaimed to them." How did that make the list of supernatural cures? What's so miraculous about good news? The poor are not just those in physical poverty, but those whose sins have impoverished their souls. This of course applies to us. The poverty of our own sinfulness can be overcome by the forgiveness offered to us in Christ. Because of this, we have cause to rejoice!

And on this Third Sunday of Advent, Gaudete Sunday, we are encouraged to rejoice. Gaudete Sunday derives its name from the opening prayer of the Mass for this day, where we pray, "Gaudete in Domino semper" ("Rejoice in the Lord always"). So in the midst of Advent fasting and devotions, we rejoice because the time we have been preparing for is almost at hand. We pause in this season of anticipation to remember that, in truth, our hopes have already been fulfilled. He is among us, saving us even now!

Se acerca ya el Nacimiento del Señor. Es por este motivo que la nota principal de este Tercer Domingo de Adviento es la alegría. La alegría es una parte esencial de nuestra fe y de nuestra vida de bautizados. Como seguidores de Cristo, debemos dar un testimonio alegre y convincente frente a la sociedad de hoy, muchas veces sumergida en la tristeza y el consumismo. La segunda lectura de hoy dice, "Vivan siempre alegres, oren sin cesar, den gracias en toda ocasión, pues esto es lo que quiere Dios de ustedes en Cristo Jesús" (1 Tes 5, 16-18). El Papa Francisco actualmente nos lo explica de la siguiente manera: "También nosotros, cuando estamos en la oscuridad, que no vemos nada: 'Yo sé, Señor, que esta tristeza se volverá alegría. ¡No sé cómo, pero lo sé!'. Un acto de fe en el Señor. ¡Un acto de fe! ...Y el signo que nosotros tenemos de esta alegría en la esperanza es la paz" (Homilía del 30 de mayo de 2014). Nuestro reto es no impedir la acción del Espíritu Santo creando un clima de esperanza en nosotros mismos, para así ser portadores de la luz y la alegría que implica el tener al Señor entre nosotros. ¿Tenemos esperanza? ¿Tenemos alegría? Todo nuestro ser debe de comunicar signos visibles de gozo, estar atentos congruentes con lo que hacemos y decimos. Nuestra identidad como cristianos es punto clave como seguidores de Cristo. Como ejemplo tenemos a Juan Bautista: "Yo soy la voz que grita en el desierto: 'Enderecen el camino del Señor', como anunció el profeta Isaías" (Jn 1, 23). ¿Hemos enderezado elcamino en este Adviento?

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